El cuento del escritor ecuatoriano Pablo Palacios, es un relato que fue publicado en el año 1927 por la imprenta de la Universidad Central de la ciudad de Quito. Es uno de los textos más destacados y leídos de Palacio. Y uno de los cuentos más representativos de la literatura ecuatoriana del siglo XX. El texto constituye convenciones literarias de la época, no solamente del Ecuador sino de la literatura hispanoamericana. Palacios presenta historias heterogéneas como también temas de la justicia, la violencia y la homosexualidad. El cuento transcurre en una época histórica, donde en Ecuador, la homosexualidad estaba calificada como un delito, de este detalle se desprenden algunos otros temas secundarios presentes en el relato, como, por ejemplo, la vergüenza, el ocultamiento y lo tendencioso de los medios de comunicación (Chelle, 2017).
Palacio prefiere «negar el realismo social», destruirlo, y se ríe de los convencionalismos de la literatura, que únicamente mimetizaban lo socialmente adecuado. Así, en una de sus cartas, el creador lojano expone su visión de lo real, que va más allá de lo públicamente correcto, y expone que su intención es «el descrédito de las realidades presentes [e] invitar al asco a nuestra verdad actual» (2000: 351). Y es que en su obra el autor pretende igualar todas las «realidades» literarias: «eso de ser antropófago es como ser fumador, o pederasta, o sabio»8 («El antropófago», p. 15). Sobre este aspecto explica Benjamín Carrión: Lo admirable en Palacio es que estos personajes, dentro de su arbitrariedad, son personajes perfectamente lógicos en el desenvolvimiento de su conducta, y no se nota el esfuerzo constante del autor por mantenerlos en el plano de anormalidad. Nos da una sensación de anormalidad NORMAL (1976: 44) (Mesa, 2015).
En general, el texto de Palacios proyecta la incorporación de discursos con tono que llega a parecer como agresivo, además de que los protagonistas son utilizados como antihéroes del relato y con lo que el autor pretende desafiar la realidad convencional de la historia. Palacio transforma la realidad y reflexiona sobre ella. El escritor critica la forma de cómo se representa el mundo y cuestiona cómo es la justicia cuya función para él era limitar esos impulsos, sus instintos y la libertad del ciudadano de la época.
En conclusión, el texto muestra a los personajes excluidos por la sociedad y representa la tragedia, el dolor y los deseos más ocultos del ser humano. Palacio atribuye su opinión acerca de los márgenes de la sociedad. Hay que añadir que el autor no solo se burla del realismo, sino que manifiesta su rechazo a la sociedad clasista y las instituciones que la gobiernan, pero de una forma irónica.
La genialidad de Pablo en este relato, de crear personajes tan complejos y particulares nos hace reflexionar sobre lo que quería transmitir el autor, tanto sus deseos, pasiones y tormentas. Haciéndonos preguntar si en la actualidad hemos avanzado como humanidad en la integración social de las personas con diferentes inclinaciones. La obra del autor plantea esos rechazos de los cánones que rigen en nuestra sociedad. En la historia del texto se puede observar que se hace un cuestionamiento del sistema literario ecuatoriano y te lleva a reflexionar sobre el pensamiento social y la cultura en sí misma.
Bibliografía
- Chelle, F. (25 de febrero de 2017). Un hombre muerto a puntapiés, cuento de Pablo Palacio. Obtenido de Culturamas: https://www.culturamas.es/blog/2017/02/25/un-hombre-muerto-a-puntapies-cuento-de-pablo-palacio/
- Mesa, P. C. (2015). UN ESTUDIO DE LOS RELATOS DE UN HOMBRE MUERTO A PUNTAPIÉS. Obtenido de Universidad de La Laguna: https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/966/UN%20ESTUDIO%20DE%20LOS%20RELATOS%20DE%20UN%20HOMBRE%20MUERTO%20A%20PUNTAPIES%2C%20DE%20PABLO%20PALACIO.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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