En el texto de Marc Augé menciona que: Los «no lugares» son aquellos espacios que no existían en el pasado, pero que ahora aparecen como ubicación innegable en el devenir del hombre contemporáneo. Se caracterizan por su propia condición de enclaves anónimos para hombres anónimos, ajenos por un período de tiempo a su identidad, origen u ocupaciones. Los espacios propiamente contemporáneos de confluencia anónimos, donde personas en tránsito deben instalarse durante algún tiempo de espera, sea a la salida del avión, del tren o del metro que ha de llegar.
La relación que existe entre los no lugares como punto clave en la modernidad es el turismo. La estrecha vinculación en cuanto al texto y el tema que se menciona se puede hablar de tanto los lugares como los no lugares. El personaje principal o la figura en este caso es el turista o el extranjero al que no pertenece nada de lo que ve, oye, descubre y contempla, porque solo estará por un corto espacio de tiempo en el lugar en el que se encuentre.
El turista estará en varios lugares y paisajes, da igual el tiempo del que disponga porque lo único importante para la persona es viajar cualquiera que sea su destino. El individuo o habitante de los no lugares conoce su visita y por ello se ve obligado en disfrutar todas las posibilidades que tenga a su alcance. No interesa si se siente extraño en otro lugar o un desconocido, para el es importante poder demostrar que pudo viajar a otro destino distinto al que conoce.
En los lugares del turismo es de todos y a la vez de nadie, no se establecen relaciones interpersonales extensas, todo es impersonal porque no hay tiempo para ello. Hablando en general, el fin del turista es conocer todos los lugares posibles en su corto tiempo de estadía. Los no lugares se han convertido actualmente en espacios rentables y beneficio cultural del turismo. Es una fuente de riquezas que se van potenciando a través de los años.
“por “no lugar” designamos dos realidades complementarias pero distintas: los espacios constituidos con relación a ciertos fines (transporte, comercio, ocio), y la relación que los individuos mantienen con esos espacios. Si las dos relaciones se superponen bastante ampliamente, en todo caso, oficialmente (los individuos viajan, compran, descansan), no se confunden por eso pues los no lugares mediatizan todo un conjunto de relaciones consigo mismo y con los otros que no apuntan sino indirectamente a sus fines: como los lugares antropológicos crean lo social orgánico, los no lugares crean la contractualidad solitaria”.pag.98 (Natalia Figueroa, 2009).
Bibliografía
- Natalia Figueroa, R. E. (13 de diciembre de 2009). De los lugares a los no lugares. Obtenido de wordpress: https://nolugares.wordpress.com/
Comentarios